A medida que van disminuyendo las temperaturas también va disminuyendo el consumo de verduras, especialmente crudas o como ensaladas. Sin embargo, es importante considerar su consumo diario por ser buena fuente de fibra, agua, vitaminas, minerales, antioxidantes, fitoquímicos, además de entregar un mayor volumen a tus preparaciones.
Aquí te dejo algunas alternativas fáciles y rápidas:
1.- Agrega verduras en tu pan: solemos asociar el consumo de verduras solo en el almuerzo, pero en la once también puede ser una excelente opción. Por ejemplo rodajas de tomate, pepino, hojas verdes, champiñones, etc. te quedará un sandwich con mayor aporte de fibra y mejor calidad nutricional.
2.- Prepara ensaladas de diferentes colores y texturas: se suele utilizar la lechuga y el tomate como únicas verduras, pero existen una amplia gama de variedad, haz que tu plato sea un arcoíris.
Puedes agregar semillas, frutos secos, fruta deshidratada (cramberries, higos deshidratados, pasas) o fruta fresca (mango, frutillas, manzana verde), lo que le dará mayor crocancia y mezcla de sabores (agridulce).
3.- Incorpora verduras como sopas o cremas: no solo puedes consumir las verduras crudas, también puedes prepararlas como cremas, incluso, puedes utilizar restos de verduras (ej. despuntes del espárrago, tronco del brócoli o coliflor), cocinarlos y luego procesarlos, así nada se perderá.
4.- Innova en su preparación: puedes prepararlas salteadas, grilladas, a la parrilla, rellenas, como tortilla, guisos de verduras, ratatouille, pastel de verduras, muffins de verduras, croquetas de verduras, brochetas, bastones de verduras, lasaña de berenjena o zapallo italiano.
No existe excusa para no incluirlas diariamente, elige la opción que más te acomode pero no olvides consumirlas.