La ortorexia nerviosa describe una obsesión patológica de una nutrición adecuada que se caracteriza por una dieta restrictiva, patrones ritualistas de alimentación y evitación rígida de alimentos que se consideran “insalubres o impuros”, provocada por el deseo de lograr una salud óptima. La ortorexia puede conducir a deficiencias nutricionales, complicaciones médicas y mala calidad de vida.
Características generales
Los individuos ortoréxicos suelen estar preocupados por la calidad y no de la cantidad de alimentos en la dieta, dedicando mucho tiempo examinando la fuente de origen (ej. si los productos lácteos provenían de vacas suplementadas con hormonas), procesamiento (ej., si el contenido nutricional se perdió durante la cocción) y empaque (ej. si las etiquetas proporcionan suficiente información para juzgar la calidad de los ingredientes).
Dedica más tiempo a investigar y catalogar alimentos, pesar y medir los alimentos, y planificar futuras comidas. Las infracciones de la dieta pueden provocar un deseo de auto castigo, manifestado por una dieta aún más estricta, o purificación a través de “ayunos de limpieza”. Además, las personas ortoréxicas corren el riesgo de aislamiento social, ya que pueden creer que solo pueden mantener una alimentación saludable. mientras están solos y controlan el entorno y pueden adoptar una postura de superioridad moral sobre sus hábitos alimenticios, de modo que no deseen interactuar con otras personas que no llevan su mismo estilo de vida o alimentación.
La ortorexia y su relación con otros trastornos alimentarios.
La ortorexia y la anorexia comparten rasgos comunes de perfeccionismo, ansiedad y una gran necesidad de ejercer control sobre lo que comen, además de la pérdida de peso significativa. Sus diferencias radican en que las personas con anorexia están preocupadas por la imagen corporal y el miedo a subir de peso, alterando sus patrones de alimentación para perder peso. En cambio en la ortorexia adoptan hábitos alimenticios dado el deseo de ser saludables, naturales o puros. Otra diferencia es que en la anorexia, los individuos ocultan sus comportamientos mientras que en los ortoréxicos existe una mayor probabilidad de hacer alarde de su estilo de vida.
Con respecto a la superposición con el trastorno obsesivo y compulsivo, las personas ortoréxicas manifiestan ciertas tendencias obsesivo-compulsivas: pensamientos recurrentes e intrusivos sobre la comida y la salud en momentos inapropiados, preocupación exacerbada por la contaminación e impureza de los alimentos, y una fuerte necesidad de organizar los alimentos y comer de manera ritualista.
Figura 1: Diagrama de Venn que muestra características únicas y superpuestas de ortorexia nerviosa, anorexia nerviosa y trastorno obsesivo compulsivo (TOC)
Tratamiento
La intervención ideal involucra un equipo multidisciplinario que incluye médicos, psicólogos o psiquiatras y nutricionistas , de modo que se pueda aplicar una combinación de medicamentos, terapia cognitivo-conductual y psicoeducación alimentaria con un monitoreo cercano en entornos ambulatorios.
Fuente: The clinical basis of orthorexia nervosa: emerging perspectives. Neuropsychiatric Disease and Treatment. 2015.