En Chile la sal de mesa se encuentra yodada, esto debido a la deficiencia moderada que presentaba la población chilena, donde el bocio (aumento de la glándula tiroides usualmente ocasionado por la baja ingesta de yodo) era un problema de salud pública, por lo que en 1979 se hizo obligatorio por decreto la fortificación de yodo en la sal de mesa.
La principal función del yodo es servir de sustrato para la biosíntesis de hormonas tiroideas, triyodotironina (T3) y tetrayodotironina o tiroxina (T4) reguladoras del metabolismo energético, aumentando el consumo de oxígeno celular y el índice metabólico basal
Esta pequeña publicación nace del uso de sal de mar, sal rosada o del Himalaya y sal negra, de uso diario resaltando sus propiedades naturales, sin embargo no todas se encuentran yodadas.
¿En qué debo fijarme?
Como siempre, leer los ingredientes y que ésta tenga YODATO DE POTASIO de esas forma te aseguras que esté fortificada.
Por lo tanto, la sal que puedes comprar en alguna feria como un producto 100% natural como pasa con la sal de Cahuil no viene fortificada, a menos que lo indique en su envase.
Otras alternativas para el consumo de yodo, es el consumo de algas como el cochayuyo, pescados y mariscos o simplemente mezclar tu sal preferida con una sal fina o sal yodada y cocinar o aliñar tus verduras.