Muchos hemos escuchado acerca de este concepto, pero sabemos qué es la microbiota intestinal y cuáles son sus funciones.
La microbiota intestinal corresponde a un conjunto de microorganismos que habitan en nuestro intestino donde cada persona presenta una única microbiota con una gran variabilidad en su composición.
Su importancia no solo es a nivel local, sino que también a nivel global. En condiciones normales la microbiota intestinal afecta la estructura anatómica y fisiológica del intestino aumentando la superficie de absorción, promueve la renovación de las vellosidades intestinales (mejor absorción). Además estos microorganismos desempeñan una gran variedad de funciones metabólicas: participando en la digestión y obtención de energía mediante la hidrólisis de los componentes de la dieta (hidratos de carbono, proteínas, lípidos), síntesis de vitaminas (K, B12, Biotina, ácido fólico), y favoreciendo la absorción de diversos minerales como calcio, fósforo, magnesio e hierro.
También tiene una función a nivel sistema inmune (función inmunomoduladora) ya que al interactuar con este favorece la maduración de las células inmunitarias y contribuyendo de forma importante a la destrucción de toxinas, carcinógenos y evitando que nuestro intestino sea colonizado por bacterias patógenas.
Pero ¿qué sucede actualmente con nuestra microbiota? los últimos estudios revelan un cambio importante en nuestra microbiota, donde se ha observado la disminución de ciertas especies de microorganismos que forman parte de nuestra microflora. Esto se ha observado especialmente en países desarrollados. Los factores son múltiples, dentro de los que se plantean son: saneamiento del agua, incremento de cesáreas, aumento del uso de antibióticos, reducción de la lactancia materna,entre otros.
Según los últimos antecedentes entregados por la OCDE muestran que el 74% de la población adulta en Chile sufren sobrepeso y obesidad cifra por sobre países como México (72,5%) y Estados Unidos (71%). Por otro lado, el primer Atlas Mundial de la Obesidad Infantil realizado por la Federación Mundial de Obesidad (WOF, por sus siglas en inglés) predice que en 2030 más 774 mil menores de 19 años serán obesos en Chile.
Factores ambientales como el incremento de la ingesta calórica y el sedentarismo han sido considerados las causas de este aumento de prevalencia de obesidad y enfermedades metabólicas. Sin embargo se ha comenzado a estudiar otras posibles causas como es el cambio en la microbiota intestinal, conectándose como pieza clave entre genes, medio ambiente y el sistema inmunológico, viéndose implicada en la regulación de la función metabólica, desarrollo de inflamación de bajo grado y regulación del balance energético
¿Cómo podemos mejorar nuestra microbiota intestinal?
A través del consumo de probióticos y prebióticos:
PROBIÓTICOS: preparación o producto que contiene microorganismos definidos, viables y en cantidades suficientes, que modulan la microflora en uno de los compartimentos del huésped y ejercen efectos beneficios sobre la salud.
Estos microorganismos no colonizan de forma permanente el intestino y tienen la capacidad de mantenerse vivos a lo largo de todo el trayecto del tubo digestivo, es decir son resistentes a la acidez gástrica, enzimas intestinales y sales biliares. Han sido ampliamente estudiados en patologías como enfermedades inflamatorias intestinales, síndrome de intestino irritable, entre otras.
Se encuentran en: yogurt, kefir, chucrut (alimentos fermentados), kombucha.
PREBIÓTICOS: corresponden a oligo-sacáridos indigeribles (hidratos de carbono) en la parte alta del tubo digestivo. La presencia de oligosacáridos estimula el crecimiento y la actividad metabólica de las bacterias beneficiosas, ya que los pueden usar como sustratos y fermentarlos.
Se encuentran en frutas, verduras, cereales integrales (especialmente avena), alimentos fermentados, bebidas fermetadas (kombucha).
Por lo tanto una alimentación equilibrada, en base a frutas, verduras, alimentos fermentados nos ayudarán a mantener en buenas condiciones nuestra microbiota intestinal.
Si estas con un tratamiento con antibióticos, no olvides estas recomendaciones, te ayudará a mantener en buen estado tu microbiota.